El APEGO


EL APEGO
El apego se utiliza para nombrar al afecto, la devoción o la estima que se siente o se evidencia hacia una persona o una cosa. Se trata de una idea que ha sido abordada por la psicologia  , la filosofía y la religión.
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Para los psicólogos, el apego es un vínculo afectivo que se extiende en el tiempo y que resulta intenso. La cercanía con la otra persona brinda resguardo y seguridad: por eso un individuo, cuando se siente amenazado o angustiado, tiende a buscar al sujeto por el cual tiene apego.

Es importante mencionar que, más allá del sentimiento, el apego puede observarse a través de la conducta adoptada. Un niño con apego hacia su madre estará todo el tiempo junto a ella y buscará su abrazo.
El vínculo de apego entre un hijo y sus padres, de hecho, lleva a que el pequeño sienta angustia cuando se separa físicamente de sus progenitores. Por eso es habitual que llore al quedarse al cuidado de otra persona.
La denominada teoría del apego se encarga de analizar las dinámicas de estos vínculos entre los seres humanos. Los expertos afirman que, para los bebés, forjar una relación de apego con sus padres o cuidadores es imprescindible para su posterior desarrollo emocional y social. Bajo este precepto surgió la crianza con apego, una tendencia que promueve la instauración de un fuerte vínculo de apego entre los hijos y sus padres para que los niños desarrollen una personalidad independiente y segura.
Hay que establecer que el primer psicólogo en hablar del apego como tal fue John Bowlby, que estableció dos diferentes tipos de aquel:
-El apego seguro, que se caracteriza porque los padres mantienen en todo momento expresiones y acciones de cariño, en muchas ocasiones como una manera de satisfacer las demandas de los niños.
-El apego inseguro. Este es el que tiene lugar cuando hay carencias por parte de los padres en lo que respecta al cuidado de sus hijos. Dentro de este tipo de apego se pueden encontrar tres variantes: el ambivalente, en el que el niño tiene mal concepto de sí mismo y bien de los demás; el evitativo, en el que el menor confía en sí mismo pero no en el resto; y el desorganizado. Este último se caracteriza porque el pequeño tiene mal concepto tanto de sí mismo con los demás.



Los 4 tipos de apego
En la literatura sobre la crianza de los niños se encuentran gran cantidad de estudios que analizan el apego y la influencia que tiene en la edad adulta. Por ello sabemos y es importante destacar que según el tipo de apego el impacto en el comportamiento adulto será distinto.
Resultado de imagen para apego seguro1. Apego seguro
Este tipo de apego está caracterizado por la incondicionalidad: el niño sabe que su cuidador no va a fallarle. Se siente querido, aceptado y valorado. El comportamiento de los niños con apego seguro es activo, e interactúan de manera confiada con el entorno. Hay buena sintonía emocional entre el niño y la figura de apego.
Las personas que han tenido un apego seguro en la infancia suelen interactuar con sus iguales de forma saludable en la edad adulta. No les supone un esfuerzo unirse íntimamente a las personas y no les provoca miedo el abandono. La dependencia es recíproca y no les preocupa estar solos.
2. Apego ansioso y ambivalente
Resultado de imagen para apego ansiosoEn estos casos el niño no confía en sus cuidadores y tiene una sensación constante de inseguridad. Es por ello que los pequeños con apego ansioso-ambivalente necesitan la aprobación de los cuidadores y vigilan de manera permanente que no les abandonen. Exploran el ambiente de manera poco relajada y procurando no alejarse demasiado de la figura de apego.
Los adultos con este tipo de apego sentirán temor a que su pareja no les ame o les desee realmente. Les resulta difícil interaccionar de la manera que les gustaría con las personas, ya que esperan recibir más intimidad o vinculación de la que proporcionan. Así, podemos decir que en la edad adulta este estilo se relaciona con la dependencia emocional.

3. Apego evitativo
Los niños con un apego de tipo evitativo han asumido que no pueden contar con sus cuidadores, lo cual les provoca sufrimiento. Estos pequeños aprenden a vivir sintiéndose poco queridos y valorados; muchas veces no expresan ni entienden las emociones de los demás y evitan las relaciones de intimidad.
Resultado de imagen para apego evitativoEn el apego evitativo en la edad adulta, tal y como ocurre en la infancia, se producen sentimientos de rechazo a la intimidad y de dificultades de relación. Las parejas de estas personas echan en falta más intimidad en la interacción.



4. Apego desorganizado
Este tipo es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo en que el niño presenta comportamientos contradictorios e inadecuados. Tienen tendencia a las conductas explosivas y a la destrucción de juguetes, así como grandes dificultades para entenderse con sus cuidadores.
Buscan evitar la intimidad pero no han encontrado una forma de gestionar las emociones que esto les provoca, por lo que se genera un desbordamiento emocional de carácter negativo que impide la expresión de las emociones positivas
Los adultos que han tenido este tipo de apego de pequeños suelen ser personas con alta carga de frustración e ira, no se sienten queridas y parece que rechacen las relaciones, si bien en el fondo son su mayor anhelo.
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